15 de febrero de 2017


Por. Dr. Vicente Amable Moreno R.
Rector Magnífico de la Universidad Nuestra Señora del Carmen

10 de febrero de 2017



Este convenio que hacemos las universidades con la Defensoría del Pueblo; está enmarcado en la práctica educativa que la definimos “como nuestro compromiso con la vida y con el mundo y en este caso específico con nuestro país”.


No es posible ejercer la tarea educativa,  sin preguntarnos como educadores ¿Cuál es nuestra concepción del hombre y de la mujer? toda practica educativa empieza por esta indagación; ¿Qué pienso de mí mismo y de los otros?


En nuestra respuesta a la pregunta como hombres de fe, asumimos la trascendencia que enseña La Biblia, pero igual; expresamos la verdad de que el fenómeno humano es un hecho histórico, el hombre hace historia y es parte de la historia, el moldea la realidad y es moldeado por ella, se hace y rehace socialmente.


Como seres históricos somos seres incompletos, inacabados o inconclusos.


El mundo y la vida es un mundo inacabado, en constante movimiento; y en un momento de la historia, el hombre y la mujer inventaron lo que llamamos “sociedad”; la sociedad es algo dinámico, aparece en ella la fuerza de la vida y de la muerte.  Hay personas que luchamos por construir una nueva sociedad; más justa y fraterna, aprovechando los espacios que nos brinda este sistema; que enaltece el individualismo y el materialismo, cosificando al ser humano es un sistema despiadado.


Es en la academia donde se levanta la voz profética de la trasformación  en la sociedad; ya que para este cambio social se necesita más que fuerza, conocimiento.   


Somos soñadores, ansiamos una nueva sociedad, parafraseando al autor del Apocalipsis; deseamos ver un cielo nuevo y una nueva tierra.


Las universidades son agentes del cambio social, nos embarga la esperanza; pero somos conscientes que la esperanza se construye, que no viene hecha.  Se construye con objetivos, con seriedad, con método y eficacia; también  a nuestra edad ya aprendimos que los cambios sociales  no lo hace un individuo sólo; sino que son producidos por  grupos humanos, por instituciones inmersas en la realidad social.  Es por ello que hemos decidido  unir esfuerzos entre las universidades y la Defensoría del Pueblo; para ir rehaciendo el tejido social  de Panamá.  


Felicitamos a la Defensoría del Pueblo por aceptar este convenio de colaboración institucional.  


La verdadera educación gira en dos movimiento decía San Agustín: “el educare y el educere”, uno dirigido a brindarle herramientas  a la persona para ser útil a la sociedad y el otro que es hacia dentro, que tiene que ver con la formación interior de la persona; por ello hablamos, de la educación multifocal; de nada nos sirve tener buenos profesionales, expertos en ciertas disciplinas; pero no sabe convivir, no están dispuestos hacer grandes aportaciones sociales, porque no han vencido el egoísmo que les envuelve.  


Termino, parafraseando los versos de  Machado “caminantes no hay camino, se hace camino al andar  y son tus huellas el camino, que otros han de pisar”.

Muchas gracias.